Plantar semillas de marihuana. El agua
Para plantar semillas de marihuana se necesita bastante agua, pero sin llegar a tener la tierra permanentemente empapada; como referencia observareis que con la falta de agua las hojas se caen. A partir de aquí tampoco os paséis con el agua.
plantar maihuana. La Temperatura
La temperatura ideal para la marihuana se suele creer que cuanto más calor mejor, pero tampoco es cierto, ya que un exceso de calor -a partir de 30 grados más o menos- agobia a la planta y la deja aplatanada. De hecho no requiere temperaturas superiores a 18 grados.
Cómo plantar semillas de marihuana
En primer lugar hay que tener en cuenta que es la hembra y no el macho la apta para el consumo. Tras unas tres semanas de crecimiento normal, las plantas de marihuana masculinas tienen menos color, más altura y son más delgadas, tienen menos hojas y las ramas nacen del tallo a una mayor distancia entre si, al tiempo que producen una especie de bolitas de las cuales saldrá el polen que fecundará las hojas de las hembras. Hacia la sexta semana les crece una suerte de penacho de hojas en la punta.
Las plantas de marihuana femeninas por el contrario son más achaparrada y redondeadas, de un verde más oscuro, tienen muchas hojas y las ramas salen del tallo mucho más próximas entre si
Para el cultivo de marihuana en maceta y has comprado tierra rica en nutrientes no hace falta abonar, o hacerlo muy moderadamente ya que el cultivador novato suele quemar la planta por exceso de abono, pero deberás cambiar la tierra cada año.
El cultivo de marihuana en el campo, lo mejor, si se puede, es encontrar un terreno que se emplee también para otro tipo de cultivos ya que el cáñamo crece mejor en rotación con otros cultivos como el grano, las judías o los guisantes, que suponen una importante reenergetización del terreno.
Si el terreno no está seriamente agotado, el siguiente método funciona bastante bien: Al principio del otoño se labra el pedazo de tierra elegido y se le cubre con una leve capa de estiércol, y se plantan a continuación las judías u otras leguminosas; al cabo de dos o tres semanas se da la vuelta a la tierra dejando enterrados los tallos y se vuelve a aplanar la tierra pisando la superficie con botas pesadas o pasando un rulo; luego se deja reposar la tierra durante todo el invierno. Al principio de la primavera se escarda el terreno, se cubre con un fertilizante orgánico como el estiércol y ya está listo para plantar.
